Este es un tema sensible y por favor consideren que lo escribo desde la perspectiva de ser hija de divorciados desde que yo era muy pequeña (4 años) por lo que me tocó convivir con 3 novias de mi papá (hasta que se casó por segunda vez con la número 4) y 6 novios de mi mamá.
De hecho esté post está dedicado a la memoria de una ex pareja de mi mamá (la primera que tuvo después de separarse de mi papá) quien falleció recientemente, a quien recordaré por siempre como el GRANDISIMO hombre que fue.
Yo estoy casada y no he tenido que lidiar con el tema de que mi hijo conviva con la nueva pareja de mi ex.
Dicho lo anterior, aquí mis reflexiones al respecto:
Yo me imagino que para mucha gente, sobretodo quien aún tiene sentimientos románticos hacia su ex, debe de caerles como patada en el hígado que no solo la nueva pareja en cuestión tenga una relación con su ex, sino ahora también con sus hijos. Pero, creo que aquí el tema central es el bienestar de los niños (por difícil que le sea a quien pasa por esta situación).
A mi lo que más me preocuparía si tuviera que permitir que mi hijo conviviera con mi ex y su nueva adquisición sería:
1) Que lo trate bien y cuando digo bien quiero decir con todo el respeto que merece un niño, que no sea solo cortés pero sin incluirlo en la plática, planes y actividades que tengan cuando está presente.
2) Que no le de un mal ejemplo en ningún sentido. (Borracheras enfrente del niño, pláticas o comentarios in apropiadas, etc.)
3) Que mi hijo se sienta cómodo en presencia de la persona en cuestión.
Como hija de divorciados puedo decir que fui muy afortunada y que mi convivencia con las parejas de mis papás fue en general muy buena. De la mayoría guardo los mejores recuerdos, fueron personas cariñosas, a quienes percibía (como niña) que sinceramente jugaban, platicaban y convivían conmigo por gusto y no por quedar bien con papá o mamá. Casi todos y todas eran divorciados por lo que también tenían hijos mas menos de mi edad, con los que también conviví y la verdad siempre fueron experiencias muy buenas (divertidas, agradables, cálidas).
¿Cómo se logro eso?
• Tanto papá como mamá confiaron en el criterio del otro para saber que la pareja con la que estaban era una decente. Jamás ninguno de los dos hizo comentarios destructivos ni desagradables sobre las parejas del otro enfrente de mi.
• Una vez que empezaban una relación con alguien me lo hacían saber y me preguntaban (aunque era muy pequeña) si estaba lista para conocer a ese alguien.
• Cuando decía que si estaba lista me presentaban a la persona y si había hijos a sus hijos, no había mentiras de “es mi amigo a amiga fulana” se me decía exactamente qué era.
• Me hacían preguntas “inocentes” para saber si yo estaba cómoda e incluso contenta con la convivencia.
• Tanto papá como mamá dejaron clarísimo a su nueva pareja que NO era aceptable tratar de educarme ni corregirme (cualquier queja se llevaba a los padres y ellos hacían lo que consideraban pertinente). Por lo que nunca hubo confrontaciones directas con nadie ni quejas que yo pudiera llevar a la contraparte (papá o mamá).
Con la mayoría de estas personas tuve una relación sólida y de mucho cariño, son gente a la que he vuelto a ver con el paso del tiempo y me da un gusto enorme. Cada uno a su manera influyó en mi infancia, mis experiencias y la que soy hoy.
Claro que era doloroso encariñarme y que el día de mañana sin consultarme, las relaciones terminaban… pero la vida es así. A la gente la dejas de ver por un sin número de situaciones (muerte, cambio de país, ruptura, etc.) En verdad no puedes tener a tus hijos en una burbuja y pretender protegerlos de todo.
Si mis papás me hubieran privado de convivir con las parejas del otro para evitar que si la relación no terminaba en matrimonio yo saliera lastimada, me habrían privado al mismo tiempo de conocer gente maravillosa, que me regaló recuerdos, experiencias, su cariño y su tiempo. Hoy que soy adulta valoro muchísimo todas esas cosas.
Entiendo que si tu ex cambia de pareja cada semana no quieras permitir que se lleven a tus hijos entre las patas, mi papá entre novias tenía “amiguillas” algunas de las cuales conocí porque me llevaba a comer con ellas a algún restaurante por un par de horas y la neta que TODAS me cayeron re bien. Eso ya es cuestión del criterio de cada quien.
Creo que el feedback que te den tus hijos sobre la convivencia y trato con la persona en cuestión es fundamental. Si tú notas cualquier cosa rara (fuera del os celillos “normales”) investiga bien que está pasando, habla con tu ex y lleguen a un acuerdo. Nunca hay que restarle importancia a las quejas o acusaciones que haga un niño. Hay historias terribles, pero afortunadamente, no son la mayoría.
Si crees que te daría tranquilidad conocer al nuevo o nueva interfecta, habla con tu ex y agenden una reunión, esto puede ser muy positivo sin son gente civilizada, mis papás JAMAS hicieron esto, ellos confiaron 100% en el criterio del otro y afortunadamente nunca se equivocaron.
Lo que es un hecho es que es terrible que los niños queden en medio de una guerra de poderes en la que por tus celos, coraje (aun si es justificado) o ardillismo, los prives de ver a su papá o mamá (según sea el caso) solo porque a ti no te late que convivan con la nueva pareja de tu ex. Los podrías estar privando de una persona más que los quiera, les de cariño y buenos momentos.
Para cerrar quiero decir que es malísimo detalle pedirle a los niños que mientan o mantengan secretos: “no le vayas a decir a tu mamá que salimos con fulana” o viceversa. Si haces eso les estás presentando las relaciones “secretas” y prohibidas, les estás enseñando que está bien tener relaciones que se mantienen en secreto… mucho cuidado!
HASTA SIEMPRE FACUNDO, GRACIAS POR TODO!!!







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